Cuando se suspende una cuenta, esta no puede utilizarse para jugar durante un determinado periodo de tiempo.
Por lo general, primero procuramos hacer frente a los comportamientos ofensivos con sanciones menos severas, como una advertencia o silenciando al jugador.
Sin embargo, cuando dicho comportamiento ofensivo hacia determinados jugadores se convierte en acoso continuado o grave (como cuando se hace uso de lenguaje peligroso o que incita al odio), suspendemos la cuenta.